El camino

El tiempo; tan aliado de lo inhumano y tan enemigo nuestro.

Justo hace dos años empezaba a andar un camino que empezó a trazarse meses atrás y que después de unas vacaciones en Reino unido y Bélgica debía empezar.

Mi viaje de Europa a México fue muy curioso, ya que debido a una intensa neblina en el D.F., el aeropuerto cerró y tuvimos que aterrizar en Acapulco, Guerrero. Muy sufrido el asunto, la verdad.

Así que llegue a Miami donde precisamente hoy hace 2 años empezaba a trabajar en una nueva compañía una vez que había renunciado como CTO a clickOnero. 

Hubo muchas razones muy personales por las cuáles acepte irme del país (ninguna profesional), muy complicado de explicar, aunque en realidad, quiero olvidar algunas de esas razones, debido a que he sanado muchas cosas y he dejado atrás viejos demonios. Al menos, aún me esfuerzo por dejarlos atrás.

Nada es miel sobre hojuelas, deje en México una familia, mi corazón (así de cursi), amistades, ideas, planes, proyectos; en cierto grado; dejaba atrás comodidad incluso. Empezaba en un lugar nuevo, donde no conocía a nadie, en donde no había estado jamás y en donde nadie me conocía. Incluso, no conocía a mis empleadores, todo siempre fue por teléfono y correo electrónico. En medida, eso me sedujo también, quise vivir esa experiencia. E inicie el camino…

Pues como en todo, había cosas buenas y cosas malas…

Solo quería no olvidar esto que ocurrió, ahora que estoy de vuelta en México y que recupere muchas cosas que deje perder; donde de paso, me perdí en el camino…